Wikén cultural
Flor de fin de semana cultural me di, esta vez como público. Resulta que como la Fundación es una organización de acción social, podemos ir a los ensayos generales de la OSUC (Orquesta Sinfónica de la Universidad de Concepción). Ni tonta ni perezosa allá estaba yo, 10 pa' las 7, esperando a mi amigo Montero, Conde del Andalién , que no llegó (o llegó tarde, hasta ahora no lo sé). Como sea, había bastante público y justo a tiempo comenzó el ensayo con la obertura de "La Flauta Mágica", seguido de Los Preludios de Liszt. Conmovedor, como suele ser el privilegio de escuchar música en vivo, sin embargo la guinda de la torta fue la interpretación del "Concierto de Aranjuez" con el solista Wladimir Carrasco. Ese hombre le hace el amor a la guitarra, esa fue mi más íntima impresión. Para terminar, Suite de Danzas de Bela Bartok, como para volver del orgasmo sinfónico de la pieza anterior...Inteligente orden de composiciones, no era aconsajable salir del teatro inmediatamente después de la obra de Rodrigo.
El sábado, mientras la función oficial de la Sinfónica se desarrollaba, yo me preparaba para ver "Desafección", de Raúl Miranda, que llegaba a la ciudad. La verdad, tenía muchas ganas de ver en Teatro a mi homónima y cuasi ciber amigui, la Viviana Herrera, así que partí pa'l Aula Magna. Tuvimos que esperar un buen rato para que abrieran la sala , pero eso no fue lo peor. Lo peor fue que las entradas estaban numeradas, pero ¡LAS BUTACAS NO! ¡Como a nadie se la iba a ocurrir unas etiquetas autoadhesivas y un lápiz! Había que consultar el "mapa" que tenía el único "acomodador"y contar filas y columnas para "sacar" tu asiento. Menos mal que había sólo gente agradable y de buen trato que no se hacía mayor rollo para moverse, cual silla musical. A las 8:20 comenzó la función y, el ver a Pablo Schwartz llenando el escenario de una , sólido, de aspecto absolutamente quijotesco, ya te hacía olvidar todo el mal rato anterior. Excelente también sus compañeros, Eduardo Paxeco, agradable de ver y mejorando con el desarrollo del texto, Herrera, con esos personajes contenidos tan difíciles de lograr (y lo logra) y Blanca Lewin, hermosa, brillante , con su "mujercita" explosiva, en más de un sentido.Pero lo mejor , fue vivir la prueba de que se puede hacer un teatro exitoso y sencillo, basado en la inteligencia de los textos y la dirección, y en el sentido de Teatro de los actores y actrices. Lo novedoso,cómo la obra se promociona a sí misma en escena : "Marketing on scene", destacable.