Bitácora de la Capitana Herrera

24 horas al día, 24 cuadros por segundo

viernes, enero 27, 2006

Nostalgia

En medio de este estar "sorprendida por la alegría", como diría C.S. Lewis, en medio de este estar tan bien, no puedo no dejarle un huequito a la nostalgia. Esta emoción que no es pena ni melancolía, quizás algo de eso hay , pero va por otro lado... Ayer fui a ensayo de "El Boquete" al V.M. Fernández y después de mucho tiempo reparé en lo a mal traer que están lo que un día fueron columpios , balancines y el clásico "rascapoto". Están llenos de maleza, la madera está podrida, de los columpios sólo quedan los fierros, ¡y los árboles!...Las ciruelas (o albaricoques, como diría el Henry) están reventadas, rojas en el suelo, porque ya nadie las robó cuando estaban verdes. Recordé los juegos que hacíamos, columpiarnos, charada, la tiña...¡Tontos viejos jugando al "paquito libre"! Recordé cuando funcionaba la pileta , el pelo de la Cata, la risa de la Mónica, sus cigarros a media con la Pame, los sueños de la Nadia, al Joaquín, el hijo del kike y la Sarita dando pasitos al lado de la imagen de Santa Teresita, al Henry arriba de los árboles, a la Ale durmiendo en cualquier rincón, al Quilo, la Vero, el Rafa. A la Yanina, el Manuel y Hans en la época de "Don Etcétera"... A tanto "extra", aves de paso en este grupo de extrañas personas que han formado mis recuerdos de esta última docena de años.
Y es que ando nostálgica porque se fue la Mónica , y aunque hace 10 años sabía que este día iba a llegar, y que me siento tan contenta por ella y por ser amiga de una mina tan clever, no puedo evitar llorar (recién hoy) ni chochear un rato. Tengo urgencia de mis amigos, quiero que puro llegue Rodrigo, quiero ver y abrazar a la Nadia , hablar por fin con la Ale y que me cuente en qué anda. Siento que para descansar , para vivir estas vacaciones que tanto necesito, necesito primero su abrazo. El mío va desde acá para todas ellas y todos ellos.

miércoles, enero 18, 2006

Dicen que recordar es volver a vivir

martes, enero 17, 2006

Triunfos

Triunfó Michelle, y con ella los que hacemos el gobierno del día a día, con sudor y guata. Trinfuron Reese y mi Joaquin en los Globos de Oro. ¿Será un triunfo nuestra presentación hoy en el Festival de teatro de la UBB? ( Y sin la Monik...?)

viernes, enero 13, 2006

Te morías por volver, con la frente marchita cantaba Gardel

Buenos Aires es mujer. Esa es la impresión que me dio la ciudad de la furia, mi última aventura de sagitariana patiperra que "sale pegando pa' donde está vuelta". Buenos Aires es intensa , impredecible, cambiante, movediza, romántica, impulsiva , contradictoria, en fin, es como una, más encima confidente, y es que me compartió una de las historias de amor más emotivas que he conocido, pero como Buenos Aires sabe guardar secretos de amiga, eso quedará atesorado en los corazones protagónicos y testigos de la hazaña, junto a las islas del Paraná, los parques de Palermo, las tiendas de Florida, la majestuosidad del Colón , el estadio de Boca y los cachivaches de Caminito, junto al Río de La Plata saturado de candombe y nostalgia porteña.

jueves, enero 12, 2006

Este ya

No olvido esa mañana en que me junto a tu guitarra me cantaste en el depa de las Vera , sorprendiéndome por cierto, "Nos sobran los motivos". Esos acordes que nadie más conocía, esa voz tuya más trasnochada que el mismísimo Sabina , ese que escribió "Este ya":
Este ya no camufla un hasta luego,
esta manga no esconde un quinto as,
este precinto no juega con fuego,
este ciego no mira para atrás. Este notario avala lo que escribo,
estas vísperas son del que se fue,
ahórrate el acuse de recibo,
esta letra no la protestaré. A este escándalo huérfano de padre
no voy a consentirle que taladre
un corazón falto de ajonjolí. Este pez ya no muere por tu boca,
este loco se va con otra loca,
este masoca no llora por ti.

martes, enero 10, 2006

Réquiem por un restorán

Tanto amareto sour, tanto happy hour, cuánta tablita humeante, cuánto café cortado con trozo de torta amor. No puedo sino pedir un minuto de silencio por L'Angolo, que de pronto y sin previo aviso , luego de años, cerró sus puertas. Cerró sus esquivas sodas con el el café, la rica galleta que lo acompañaba , el baño con foto de Marylin, el piano que ya no tocó, la tarjeta que nunca usé. En fin, aquella "esquina" a la que sólo llegué yo a diez años del liceo. Tanta despedida, tanto rencuentro, tanta risa estallada, tanta lágrima contenida...