Temporada de guatero

Ayer se me apareció el invierno y se me echaron todas las yeguas del apocalipsis. Resumiendo, anoche inauguré la temporada de guatero y me acosté muy temprano y muy cansada. He decidido asumir esta condición de baja energética en el contexto de que no se puede ir contra la naturaleza y que lo mejor es entregarse, ya que si los follajes de los árboles se van , dejando a éstos en reposo, si emigran las golondrinas e hiverna el oso Yogui en Yellowstone, quien soy yo para pretender que conmigo la cosa sea distinta. Lo mejor para evitar la frustración es rendirse y entender las pilas de menos como algo normal.

Que claro que extraño ir a la Laguna Grande en bici, mis poleras de pabilo y las tardes al sol, echando un zorrito bajo sus rayos. Extraño kilos al flaco y a dormir casi pilucha, pero vamos, veamos los beneficios, como que la ceveza sabe bien en cualquier estación y que puedo dejar por unos meses de ser taaaaaaan estricta con el tema de la depilación.

Como sea, llegó el invierno y como Dios no me hizo oso ( a pesar de lo que algunos pudieran creer) , sólo me queda asumirlo con la dignidad que suele caracterizarme y que se vengan las calzas , las camisetas y toda mi segunda piel de nylon que no dejaré hasta el próximo cambio de hora, cuando al salir de la pega se dibuje una sonrisa en mi rostro al notar que a las 18.30 aún hay sol y que se quedará por unos meses hasta el próximo bajón.