El Contacto

Cuando mi amigo y compañero de labores teatrales JuanRi me dijo que por fin iban a hacer la avant première de"El Contacto", el mediometraje que protagonizó allá por el 2004, cual si hubiera dicho ¡Sábados Gigantes!, me paré rauda de mi asiento para pedirle una invitación. Viendo mi entusiasmo creo no le quedó otra que invitarme y fue así que el sábado a las 9 de la noche estaba en el "Espacio Cero" del "mol" lista para ver qué onda la autodenominada primera película de ciencia ficción de Chile.

La función comenzó con las escuetas palabras del director (quedó en evidencia que lo suyo es la cosa audiovisual) y para mi, lo mejor de la peli: El tema central , íntima y perfectamente interpretado por Valentina Moyano, quien creo la atmósfera suficiente para transportarnos imaginaria y colectivamente al 2040, año en que transcurre la trama. Luego vino una serie de entrevistas y una suerte de making off que señalaba los más de 400 efectos especiales que se crearon para hacer la propuesta, y es que más allá de ciertas pifias de emisión y carencia de naturalidad en los textos , lo interesante, valioso y admirable del asunto fue haber hecho el ejercicio, haberle dado una forma fresca a las ganas, al interés y necesidad de contar una historia digital y metafísica.

"El Contacto" cuenta la exploración de tres pilotos de la S.P.U (Sistema de Planetas Unidos) , desparecidos para el resto del mundo, que tienen la misión de borrar del mapa a los piratas espaciales para asegurar la supervivencia del nuevo sistema interespacial y, de acuerdo a un protocolo , reconocer y eliminar toda forma de vida no admintida que pudiera resultar amenazante. Es así como caen en una suerte de portal que los traslada a conocer una verdad que los hará tomar decisiones vitales , asumir las consecuencias de sus actos y omisiones y cumplir sus promesas, las que no tiene límites terrenales. Se reconocen ciertas influencias del inconsciente colectivo (no se otra manera de definirlas) , algunos guiños a "Solaris" y "Stargate", acabando con un final abierto al que cada cual puede darle su propia conclusión. Tantas como morales existen.

Terminando la peli volví rápidamente al 2006 en donde no tengo nave, sino además pésima locomoción colectiva hasta mi casa de los suburbios , pero que más daba. Era la noche de mi amigo, así que si iba a tener que tomar un taxi, debía hacer que valiera la pena , por lo que no descuidé el vino, ni las empanadas de cóctel, ni menos el exquisito cebiche de salmón, ni claro, socializar un poco. Después de todo, no podía dejar de hacer "contacto".