Conduciendo a Miss Vivi. Parte III

Finalizando la trilogía y sin más rodeos digo que reprobé mi examen de conducción. Por supuesto no me sorprende, sobretodo dado el comentario tan empático de mi instructor el día anterior: "Tú tienes 2 grandes problemas: El volante y los pedales". -¡Chucha!- dije yo- ¡Menos mal que no tengo más extremidades sino también la cago! Obvio , no me entendió, y ayer me salió con todo un análisis de mis deficiencias , sin decir agua va! ni que procedimiento debía seguir porque claro, él no tiene por qué saber que ya no quiero más con la tortura y de que lo único que quería era poner los pies en polvorosa.

Como siempre, le he buscado el lado amable a las cosas:

1° Lo más evidente. No gasté un peso en el curso, así que me sirve de práctica si alguna vez vuelvo a intentarlo y puedo comprar un puto auto.

2° Es un ejercicio de tolerancia a la frustración y me sirve para trabajar el ego... Después de todo, no se puede ser seca para todo en la vida...Oops!, olvidaba lo del ego.

Además , y a modo de consuelo, claro, no podemos olvidar los beneficios de ser peatona:

1° Cero culpa por lo de la contaminación del parque automotriz.

2° ¿Qué subió la qué... la bencina?

3° Mantenerse con un peso digno.Nada de eso de ser una sedentaria poto de asiento de auto.Caminar, ¡el mejor ejercicio!

4° Aunque tengo muchas posibilidades que me lo roben , puedo hablar por celular hasta que me de puntada.

5° No está de más olvidar la bici: Te da ese aire de artista topísima que está más allá del bien y del mal como mi amigui, la Coco Piérart.

Lo mejor es que podría seguir... Pero no más jugo por hoy.