El jueves como "colegas de Sismo", fuimos con la Betty a ver "Beckett y Godot" de Radrigán. Allá nos pillamos con Juan Ri y sus niños y con la Pile. La Sybille estaba loca con las violas da gamba y los otros instrumentos de la banda sonora, la Betty veía a Ramón Núñez y se acordaba de "Estelita y la tía Tute" y yo, aunque me sonaban redundantes ciertos diálogos, no pude dejar de sentir lo que siento cada vez que veo Teatro, pero esta vez no hubo envidia, sino goce y agradecimiento por tamañas entregas de oficio, y es que Núñez ofrece una buena actuación , de académico, pero Arnaldo Berríos "ES" Beckett. Fabuloso, puro oficio, pura disciplina. Cuando sea grande quiero ser como él...
Acabada la función , a la Pile le dieron ganas de tomarse una sopa "Infumai" or something, la verdad mi cultura culinaria china llega hasta el arrollado primavera y el chapsui de carne, y convenciendo a la Betty fuimos en pos de la mentada sopita que nos reconfortó el cuerpo y algo de nuestros experimentados espíritus. Entre tanto tallarín de arroz, puerro y camarón tuve una suerte de revelación: No se si había tenido antes la certeza de lo mucho que las quiero.
