Bitácora de la Capitana Herrera

24 horas al día, 24 cuadros por segundo

lunes, octubre 03, 2005

Sao Paulo reloaded

Luego de mi post in situ, y habiendo pasado una semana de mi aventura turistuerca procedo a mi comentario "póstumo" de mi viaje al país del "tudo grande". Finalmente SP no me resultó tan feo, lo que ocurre es que una en su estrechez mental debido a la inexperiencia , trata de encasillar, de conceptualizar una ciudad de acuerdo a lo que es conocido, a lo familiar, y así no funciona la cosa, alcachofazo que me cayó el día sábado, luego de un viernes en que la incapacidad de comunicarme fluidamente me frustró más que un poco. El asunto es que allá cero castellano, entendible, pero también cero inglés, cosa que no se me ocurre en un hotel de acá , pero como la intención es lo que vale, el instinto de supervivencia me hizo una paulista más ,como decía el sábado, donde el "bom dddia", "tudo bem" ,"oubrigada", "cerveja", "churrasco", "agua gelata" se hicieron mis caballitos de batalla para sobrevivir en la urbe de los 15 millones, tanto así que el día de la pole ya no era Viviana , sino "Viví" , así cual chica axé, la "solsinha muito corayuda", como me decían cuando me pregutaban que con quién había viajado.
Corajuda o no, la radiación solar me tenía hecha mierda tipín 5 de la tarde, hora de volver del autódromo, donde tuve que mamarme los vítores de los alonsianos por la pole conseguida por "Droopy" , así que me di una siesta muito pichicateada antes de ir a apropiarme de la Avenida Paulista, vista tantas veces a través de las teleseries brasileñas que he consumido con devoción desde "Dancin' Days y Roque Santeiro" . Tomaba la avenida justo en el MASP (Museo de Arte de Sao Paulo) , valuarte del hormigón armado y continuaba por sus bancos de todos los colores, maternidades, droguerías (farmacias) , parques iluminados con neones verdes, cines y teatros, teatros grandes, de esos con restoranes incluidos. El más grande exhibía "Los monólogos de la vagina" a sala llena. Mi lado consumista y ávido de souvenirs me llevó claro a los shopings, uno con una muestra de acrílico sobre tela muy luminosa, hermosamente kitsch, otro que celebraba los 400 años del Quijote y otro con un jardín botánico que reunía a las variopintas parejas paulistas en busca de privacidad.
El domingo, el día de la carrera, habré llegado a las 7 de la mañana al autódromo y ya estaba lleno. Como no quería a sentarme al lado de mis "amigos de autódromo" , los solsinhos Eaín y Fernando Alonso (sí, así se llamaba), debido a (entre otras cosas) el goce que le provocó a este último el pequeño despiste de kimi el sábado que le hizo largar quinto, me fui a ubicar en la largada, posición fabulosa para ver partir y los autos y para verlos entrar a pits, pero nada conveniente para ver la pantalla gigante, fundamental para ordenarte la carrera. Como definitivamente esa ubicación no me era óptima , luego de mi 1º cerveja (a las 7 de la mañana) , me fui a buscar un lugar mejor, y aunque estuve haciendo la guardia literalmente toda la mañana , al estar los autos listos en la grilla y antes de que Daniela Mercury cantara un "asambado" Himno Nacional, yo estaba en el mejor lugar de mi sector: lo más alto y cerca de la pantalla, gracias a un simpático autóctono que me pidió le cuidara el puesto y que cuando volvió, mágicamente sobró un espacio justo para mi ahora reducido trasero.
Qué decir de la carrera. Al cabo de unas vueltas había desestimado la idea de que Alonso, el de la pista, se descarrilara o algo, iba sólido en el tercer lugar, el que le servía para coronarse campeón del mundo, luego de que los Mc Laren le pasaran y se ubicaran en el 1-2 y de que Schumacher simplemente no tuviera auto para sobrepasarlo. Las 71 vueltas se me pasaron más que rápido, al final sólo estaba pendiente de que las flechas plateadas llegaran sanas y salvas hasta el final y luego de 1 hora, 29 minutos y 20 segundos era Juan Pablo Montoya quien se llevaba el saludo de la cuadriculada, seguido por Kimi Raikonnen y un siglo atrás , el nuevo campeón, Fernando I, el con más contensión, con más suerte, y con más inteligencia emocional, pero aún así incapaz de calentarme , de conmoverme . Bueno, muy bueno , pero parejito y es que no se trata de que todos se las den de Sato, pero un poco de espectáculo acaba de encender la pasión,¿ y qué es la F1 sino pasión, señoras y señores?
Luego de la carrera, más shopping gastando los últimos reales , pagando los extras de hotel y haciendo maleta. A las 5 de la mañana del lunes estaba en pie lista para mi último desayuno de hotel. A las 7 estaba de vuelta en Guarulhos. Esta vez sí me pareció bien y no una estación de metro y sí hubo manga. Llovía en la ciudad y luego de un buen rato esperando con mi bolsa del dutty free llena de cigarros despegamos rumbo al sur. Por las pantallas del avión esta vez no iba Orlando Bloom en portugués en "Reino de los Cielos", sino la última de Nora Ephron. Esta vez no tomé whisky, sino "suco" de naranja. Esta vez tras la Cordillera de los Andes no estaba el comienzo de mi viaje, sino que estaba en casa, casi.

1 Comments:

  • At 9:03 p.m., Blogger Alberto P. Castellanos said…

    Gracias por comentar en mi blog, me siento alagado y aunque seas hincha de McLaren deberías reconocer que para ser campeón son necesarias varias cosas, y Kimi es un poco Sato, y el Mercedes ha sido bastante menos fiable que Renault. Claro que a todos nos gusta el espectáculo, y estoy seguro de que si la lucha este año hubiese sido mas abierta los carrerones de Raikkonnen y Alonso hubiesen sido habituales. Espero que el año que viene disfrutemos aun más de la temporada y ojalá que uno de los McLaren llegue lejos, como es De la Rosa, un gran piloto que da mucha emoción. Sigue disfrutando de la F1.

    http://apcformulauno.blogspot.com

     

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